Los CDJ de Pioneer llevan tanto tiempo con nosotros que parecen que están aquí desde que el DJ empezó a serlo. Sin embargo, el primer modelo fue creado en 1992, se llamó por aquella época Pioneer CDJ-300 y sinceramente por lo que me han contado DJs más viejos que yo no despertó muchas expectavivas por aquella época.
En los 90s triunfaban los reproductores de CDs dobles, especialmente los que fabricaba Denon, las cabinas que se atrevían a montarlo (los Technics eran un estándar en esos tiempos) eran consideradas punteras. Sí, en los 90s también habían DJs cuadriculados, incluso más que ahora, que no pinchaban sino era en vinilo, nombrar estas dos letras juntas, CD, era casi un insulto.
Los éxitos
A Pioneer le costó, pero insistió y en 1994 vieron la luz los Pioneer CDJ-500 que ya empezaron a llamar la atención. Dos años después, en 1996 salieron los Pioneer CDJ-500II. Este modelo fue el que realmente hizo pensar a muchos pasarse a CD, unido claro está que a mediados de los 90s se comenzaron a comprar Compact Discs en serio.
El verdadero boom llegó en 1998, ese año salió a la venta el mítico Pioneer CDJ-100, en muy poco tiempo se convirtió en un producto indespensable en cualquier cabina de calidad. Eso sí, acompañado siempre de los incansables Technics 1200 MK2. El único problema que tenía era que su Pitch no era muy exacto, si bien es cierto que era el más fiable del momento en comparación con los productos de la competencia.
En el 2000 Pioneer irrumpió con el CMX-5000, un doble reproductor que fue muy popular entre pubs, bares y pequeños locales porque era muy pequeño y prácticamente se montaba en cualquier sitio.
En 2001, el fabricante japonés vuelve a romper el mercado con el inesperado Pioneer CDJ-1000, una bestia negra que permitía hacer scratch con CDs, una auténtica revolución en aquellos tiempos. Marcó un antes y un después dentro de las cabinas de muchos clubes alrededor del planeta, ahí comenzó la verdadera transición del vinilo al cd. El CDJ-1000 pretendía emular las características de los amados platos, eran grandes muy grandes para lo que se estaba acostumbrado a ver y tenía un Pitch perfecto, era una roca apenas fallaba y fue la razón de que los DJs empezaran a dejar los vinilos en casa. Por fin había una manera fiable de pinchar con CDs, ese gran jog wheel permitía ajusta la mezcla de forma manual, por lo que sedujo a muchos a pasar al temido y a la vez odiado CD.
2006 y la presentación del Pioneer CDJ-1000 MKIII fue otro logro importante para la compañía nipona, la evolución de un clásico hacia el MP3, no hacía otra cosa sino ampliar el abanico de posibilidades para el DJ. Yo mismo me compré un par y muchas veces los hecho de menos, jamás me dieron un problema y los usé intensivamente durante casi 4 años hasta que me compré mi querido Traktor Kontrol S4.
Por fin los DJs no teníamos que llevar grandes maletas de CDs o vinilos y sobre todo no teníamos que estar continuamente grabando CDs de audio en los que apenas cabían 14 ó 15 canciones. Tostabas tus MP3 a la máxima calidad que pudieses y listo para pinchar, menuda maravilla.
El CDJ-400 en el año 2007 también marcó un antes y un después en la forma de pinchar de los DJs, ya había una manera fiable de pinchar con dispositivos USB. Eso sí, tardaba una eternidad en leerte un pendrive normalito (esa fue la razón por la cual eliminaron rápidamente este modelo del mercado y crearon el CDJ-350) y no aceptaba dispositivos con muchos gigas.
Pioneer CDJ-2000 supuso otra vuelta de tuerca a los cada vez menos utilizado CDJ, mantenía el tamaño del CDJ-1000 pero montaba un gran display LCD a todo color. Los japoneses sabían que lo digital se estaba imponiendo entre los home DJs (sus verdaderos clientes porque los grandes clubs y tops DJs son pocos comparativamente hablando ) y por eso tenían que lanzar un producto que estuviese a caballo entre lo «analógico» (lo pongo entre comillas porque un CDJ reproduce CDs que se considera un mecanismo digital y no analógico) y lo digital.
Pioneer CDJ-2000 Nexus, sigue la línea antes descrita, se integra perfectamente con Traktor gracias a su interfaz HID y a la vez soporta dispositivos USB. Contínua conservando la calidad de sus componentes y su gran construcción, que lo hace ser un producto sin competencia en el mercado actual.
Los fracasos
El Pioneer DMP-555 fue un auténtico fracaso comercial, inexplicablemente lanzaron el legendario CDJ-800 ese mismo año (2002). Y al final el 800 se llevó una parte importante del mercado, debido principalmente a que era un muy buen producto y su precio era sensiblemente inferior con respecto a su hermano mayor, el CDJ-1000. De hecho, el CDJ-800 era el más habitual entre las raves y las fiestas sin apenas presupuesto de la época, los DJs querían buenos reproductores pero no a unos precios desorbitados.
EL DVJ-X1 fue en 2004 el primer reproductor de DVDs de Pioneer, la idea era simple, ofrecer a los DJs la posibilidad de integrar video y audio en un mismo reproductor. Sin duda, una excelente idea, pero hubo un impedimento que no le dejó despegar, su altísimo precio. En aquella época, costaba casi 3.000 €, una auténtica fortuna para la mayoría (entre los que me incluyo yo por supuesto). Apenas se veía en los clubs, ni siquiera en los grandes, y eso que era compatible con CDs, DVD -R y DVD+R, cosa no muy habitual en aquel momento. Yo creo que también influyó mucho en las ventas el concepto, para sacarle todo el jugo al cacharrito, había que prepararse las sesiones en video, grabar los DVDs, disponer de pantallas en el club, etc. El resultado final era grandioso, pero el coste en horas de trabajo y preparación que suponía integrar video en las actuaciones de los DJs era muy grande (de hecho, inexplicablemente seguimos separando el video del audio cuando pinchamos, pero eso será analizado en otro artículo).
El Pioneer MEP-7000 fue un buen producto lanzado en un momento erróneo, Pioneer sabía que los reproductores dobles eran muy populares en bares y pubs. Por eso lanzó este modelo que soportaba MP3 y que seguía teniendo la capacidad de «mezclar» canciones automáticamente como los modelos anteriores. Sin embargo, en mi opinión no cuajó porque en 2007 la mayoría de los pubs tenían ya instalado un portátil y obviamente los propietarios no necesitaban nada más para ambientar sus locales.
Lo inexplicable
Siempre me he preguntado porque algunos modelos de Pioneer han sido nombrados de manera tan errática, me explico, en 2007 salió el Pioneer CDJ-400 porque coño en 2010 lanzan el CDJ-350. Supuestamente la numeración tiene que aumentar o cambiar (pero siempre hacia adelante), de cara a los clientes parece que estás adquiriendo un modelo inferior.
Un amigo se compró el Pioneer CDJ-400 y cuando se enteró del lanzamiento del CDJ-350 me preguntó inmediatamente porque la numeración era inferior si las prestaciones del 350 eran muy parecidas al del 400. Como te comenté antes, el bulo que siempre ha corrido es que Pioneer se cargó el 400 por los problemas que originaba con los pendrives.
Esto mismo pasó con el CDJ-900, lanzado en 2009, ¿por qué carajo en 2010 lanza Pioneer el CDJ-850¿. Para mí no tiene sentido, lanzar nuevos modelos con iguales o superiores características que los anteriores debe suponer una mejora en la numeración o por el contrario un cambio radical de nombre.
Conclusión
Gracias, gracias y un millón de gracias más a Pioneer. Porque sus 20 años de historia en cuanto a lanzamiento de CDJs puede ser considerada un auténtico éxito, de hecho no ha existido jamás una empresa que haya dominado tanto el mercado de la tecnología DJ como Pioneer.
Sus productos siempre han destacado por su incuestionable calidad, si bien no es una empresa muy innovadora, la mayoría de las veces Denon y Numark lanzan productos más novedosos. El fabricante japonés muy pocas veces ha defraudado a sus seguidores en cuanto a la calidad de sus CDJs. Porque lo que Pioneer implemente en sus productos siempre funciona, digan lo que digan, sus ingenieros siempre han perseguido la calidad.
Sus detractores siempre dirán que es una marca cara muy cara, pero la calidad tiene un precio y la excelencia en los productos también. Aunque, yo ahora mismo no me compraría unos CDJs ni de coña (porque son muy caros para mí en este momento no por otra cosa), reconozco que es un estándar y que los controladores no tienen porque destronarlo de las mejores cabinas del mundo (los home DJs son otro mundo), siempre claro está que Pioneer sepa seguir la estela que marcan los DJs, y en este momento esa estela se llama digital.
Nota: Este artículo de OPINIÓN sólo refleja mis experiencias y mis impresiones de estas increíbles máquinas. No tengo datos sobre la venta de CDJs en el mundo, simplemente me baso en mi amplia experiencia como DJ y en la gran cantidad de sitios que he pinchado, en las conversaciones con otros DJs y en los cientos de páginas de revistas, internet, etc. que he tenido el placer de leer.
Probablemente muchas de las cosas aquí dichas no son del todo ciertas, no tengo datos objetivos y no puedo saber si un producto se ha vendido bien o no. Sin embargo, los DJs que empezaron a pinchar en los 90s y 00s como yo, podrán confirmar o desmentir mis impresiones a través de los comentarios y enriquecer así este pequeño homenaje a Pioneer.
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