El pasado sábado nos estrenamos como público en un festival EDM, el lugar elegido fue Tenerife (Islas Canarias, España), concretamente un festival denominado Ritmos del Mundo, que en las tres ediciones que hasta ahora se han realizado ha contado con algunas de las mejores estrellas del género a nivel mundial (Steve Aoki, Martin Garrix, Borgeous y Bass Jackers entre otros).
En esta pequeña guía intentaremos explicar las sensaciones con que nos encontramos y ofreceremos variados consejos para salir «vivo» de un acontecimiento que poco a poco se ha ido expandiendo a múltiples rincones del planeta.
Antes de empezar hay que dejar claro que cada promotora organiza su festival de manera distinta, por lo tanto no te tomes este post a pies juntillas porque cada evento es único, tanto en su organización como en su desarrollo.
1. Sino te gusta el EDM mejor que no vayas: Las cositas claras, en un festival EDM se pincha mayoritariamente lo que los americanos en una gran maniobra de marketing han denominado Electronic Dance Music (EDM) y que en el resto del mundo llevamos toda la vida llamando (y bailando) música electrónica.
Sin embargo, con el tiempo, los festivales de formato pequeño y mediano han abierto el abanico de estilos que acogen en su seno. Mayoritariamente se da cabida a los estilos que más se demandan en el lugar donde se celebran, en el caso del Ritmos del Mundo había un escenario EDM 100% y otro Hip Hop con DJs consagrados como Tony Touch.
En otros festivales en España podemos encontrar desde Techno pasando por House e inclusive estilos minoritarios como el Drum & Bass, Trap, Moombah, etc. En definitiva, el organizador del festival debe garantizar la mayor asistencia de público posible para sufragar los altos costes que supone producir un evento de este tipo, por eso es normal que lo vendan como EDM pero al final te puedas encontrar un poco de todo. Pero insistimos, casi siempre el escenario principal y la mayor parte de la programación gira en torno al EDM, así que sino te gusta este género es mejor que no te gastes el dineral que cuestan las entradas.
2. Los festivales EDM son grandes muy grandes: No te esperes en un festival EDM de cierta calidad un pequeño escenario con 10.000 W y algunos DJs locales pinchando el Top 100 de Beatport y si lo encuentras no pagues 60 euros por entrar.
Un festival EDM de cierta relevancia está pensado para 5.000 personas o más, es una cuestión de números, con los cachés actuales de las estrellas EDM (pueden superar los 100.000 euros por sesión con facilidad), a los organizadores no les queda otro remedio sino hacer un gran festival para que quepa el mayor número de personas posibles y así poder costear la producción (DJs, seguridad, sonido, viajes, publicidad, etc.) y lógicamente para llevarse la mayor tajada posible en cuanto a beneficios.
Por eso en los festivales de este tipo todo es tamaño XL, la seguridad, las barras, el sonido, los escenarios y sobre todo las ganas de pasárselo bien del público que asiste a este tipo de acontecimientos. Al final se trata de una excusa para celebrar con amigos una fiesta por todo lo alto y cuyo único nexo en común son las ganas de pasárselo bien de todos los que allí están.
3. La seguridad es importantísima: Con las proporciones de los festivales EDM es normal que la seguridad sea un aspecto crucial y no sólo por que el promotor esté pensando en el bienestar de los asistentes sino porque un problema grave de seguridad puede dar al traste con futuras ediciones del festival.
Desde el desgraciado accidente del Madrid Arena en el que murieron 5 jóvenes, en España no ha hecho sino aumentar los requisitos que se piden en materia de seguridad a cualquier evento, independientemente de su tamaño (cuestión con la que lógicamente estamos de acuerdo por el bien de todos). Aunque no cabe duda que cuanto más grande es el evento mayor es el interés de las autoridades por comprobar que todas las medidas son apropiadas.
En nuestro caso, vimos como miembros de seguridad sacaban del recinto a muchos jóvenes por el simple hecho de mojar con agua a otros asistentes. Cosa que nos parece totalmente comprensible si tenemos en cuenta que una pelea pequeña o grande puede ocurrir por el menor de los motivos.
Así que si piensas que un festival de este tipo son como las fiestas de tu pueblo, déjanos decirte que andas muy alejado de la realidad.
Lo mismo ocurre con la atención sanitaria, en el Ritmos del Mundo lleguamos a contar 15 ambulancias aparcadas permanentemente, muchas de ellas medicalizadas, un pequeño hospital de campaña y la presencia de varias dotaciones de la Policía Nacional que intentaban controlar el tráfico y el consumo de drogas tanto dentro como fuera del festival y que a la misma vez detuvieron a más de un asistente por armar pelea.
4. El sonido puede ser ensordecedor: Con un festival con todas las características que hemos nombrado anteriormente, las cuestiones relativas al sonido no iban a ser mínimas precisamente.
Lo normal es encontrarte montajes a partir de 50.000 W en adelante, lo que es un auténtica barbaridad si eres de los que gusta disfrutar de este tipo de eventos en primera fila.
Nosotros en más de una ocasión tuvimos que cambiar de ruta al ir al baño o simplemente al cambiar de escenario porque si pasabas por delante de la PA (sistema de sonido) tu oído podía sufrir innecesariamente algún tipo de lesión auditiva.
Por eso te recomendamos en primer lugar que no sitúes cerca del sonido y si lo haces utiliza alguna protección como auriculares in ear. De hecho, la mayoría de los profesionales que estaban en el backstage utilizaban protección para sus oídos.
5. El escenario es insultantemente espectacular: En el EDM todo es grande y el escenario no podía quedarse atrás, la cabina del DJ es lo más pequeño, pero si añadimos grandes pantallas de LEDs, humo en cantidades industriales, láseres, robótica y todo tipo de iluminación, el resultado es un escenario que ya quisieran tener muchas estrellas del Rock y que en la mayoría de las ocasiones se viste con decoración a medida.
La tendencia en este sentido la marcó el archiconocido Tomorrowland, que desde el principio tuvo claro que tan importante es el contenido como el continente. De hecho muchos fans de este mega festival esperan con ansias ver todos los años la decoración que han elegido (siempre relacionada con un mundo mágico y casi medieval) que les hace casi tanta ilusión como el line up con los artistas invitados.
6. El precio: Con todo lo que hemos hablado, como te habrás podido imaginar el precio de estos festivales es de todo menos barato.
Teniendo en cuenta la moda del EDM, el gran coste que requiere desarrollar un festival de este tipo y la lógica capitalista por la cual toda inversión conlleva en teoría un beneficio. Lo normal es que un festival de cierto renombre situé su entrada a partir de los 60 euros.
Con ella casi siempre se obtiene barra libre de bebidas premium, hay que tener en cuenta que buena parte de los beneficios de estos grandes eventos provienen de las propias marcas que ven en ellos un escaparate perfecto para vender sus productos a jóvenes tanto dentro como fuera del festival.
Así lo normal es que a lo largo y ancho de todo el recinto veas publicidad que va desde bebidas energéticas, refrescos, cervezas o licores, pasando por tabaco, marcas de coches o compañías de teléfono. Y todas tienen algo en común, te ofrecerán algo gratis o a muy bajo precio para «seducirte» y con suerte (o desgracia) pasar a ser uno de sus millones de clientes.
Por otro lado, también es muy normal que haya distintos tipos de entradas que se dividen básicamente en la entrada normal y en la VIP. Esta última generalmente consiste en estar más cerca del escenario o a una altura mayor que el público mayoritario y disponer de servicios extras como un baño privado, Wi-Fi, mayor variedad de bebidas, merchandising, etc.
Nosotros pudimos hablar con uno de los organizadores y llegamos a la conclusión de que un festival normalito con un aforo de 5.000 personas con una entrada entre 60 y 120 euros puede llegar a facturar sólo con el importe de las entradas más de 290.000 euros. Y todo esto sin contar con el patrocinio de las marcas que pueden llegar a igualar o superar con creces esta cantidad.
Conclusión
Un festival EDM es un espectáculo digno de ser visto, si odias la música electrónica o algunas de sus variantes obviamente es mejor que no pierdas el tiempo (ya es tarde si llegaste a esta altura del post jeje).
Si te gusta el EDM te encantará pero sino te convence mucho tienes a tu disposición todo tipo de actividades paralelas que te permitirán no estar siempre en el escenario principal.
En cualquier caso, el buen rollo que se respira entre los asistentes, la profesionalidad con la que se organiza todo el evento, la seguridad que te brinda e ir acompañado de buenos amigos puede ser una excusa perfecta para ir por primera vez o asistir de nuevo a un festival EDM.
